Carceleras, Las Hijas del Zebedeo de Ruperto Chapi.


¿Han experimentado lo que es el temor al fracaso?

Alguna vez te preguntaste... ¿Estoy en el lugar correcto?

En la carrera del artísta es algo constante, de hecho, es algo que se teme todos los días, sobretodo a la hora de decidir que quieres dedicarte a las artes como medio de vida y viene la típica pregunta de... ¿De que vas a vivir? ¿Vas a estudiar una carrera real? o reacciones como... ¡Te vas a morir de hambre!

Sí, esta también es mi historia. Pese a esto mis padres me apoyaron siempre pues su filosofía de vida es que venimos a este mundo con un propósito y debemos seguir nuestro corazón. Yo seguí mi corazón y a los 20 años (quizá ya tarde para algunos en otros países, pero en México es pronto) decidí dejar mi hogar en Culiacán, Sinaloa, con mis padres y hermano, para ir a estudiar a la Ciudad de México a la Escuela Superior de Música. En mi afán por crecer musicalmente, por aprender más del mundo de la ópera y sobretodo vivir en la capital de mi país dónde se encuentra toda la cultura 24/7.

Así empezó mi aventura en chilangolandia, como una foranea más, que aprendió a moverse en la jungla de la gran ciudad, que fue victima de asaltos y de robos, de manoseos en el metro y de una crisis alérgica por la contaminación al recien mudarme a esta gran ciudad. Pero lo logré, aprendí y crecí mucho en esta ciudad, llegando incluso a construir bellas amistades y maravillosas experiencias, viví 5 años en la capital del país.

Les comparto este recuerdo de el Concurso Internacional de Canto Sinaloa 2015...

Fue una emoción indescriptible el volver a casa después de 3 años de vivir en la Ciudad de México, nadie en mi familia había escuchado como cantaba en esos años que llevaba viviendo en CDMX, esa noche, todos se encontraban ahí conmigo, familia y amigos. Fui a este concurso, solo esperando aprender de la experiencia, pero esa noche cambió mi vida por completo...

Fui ganadora del primer lugar a la mejor voz femenina y premio Coppel. 

El premio fue un extra... para mí esa noche fue mágica, el cantar en mi tierra, para la gente que amo, incluso ver llorar y aplaudir de pie a los que dudaron de mi, cantar bajo la batuta de el Mtro. Patrón de Rueda al que vi dirigir desde que era una niñita y ¡¡siempre soñé con que llegará ese día!! eso fue el premio más grande. 

Es así como supe que estaba en el lugar correcto y que pese a los fracasos que nos topemos en la vida, que normalmente a veces son más que los éxitos, debemos seguir adelante si nuestro propósito es lo suficientemente fuerte para mantenernos al pie del cañón.

Esa noche fue el principio de mi vida profesional, les seguiré contando de mis experiencias en próximas publicaciones. 

Teatro Pablo de Villavicencio

Orquesta Sinfónica de Sinaloa de las Artes

Director Orquestador: Mtro. Enrique Patrón de Rueda

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